UTOPÍAS CON MELANCOLÍA

UN PEQUEÑO LUGAR PARA SUBLIMAR, PROYECTAR Y TRANSFORMAR TODAS AQUELLAS PALABRAS EN SENTIMIENTOS Y EMOCIONES INIMAGINABLES TENIENDO COMO PRINCIPAL COMPLICE AL INCONSCIENTE

Siete de la mañana, el sol a está asomandose por el horizonte. A ritmo de "dance, dance, dance" abrí mis ojos y desperté a un nuevo amanecer.
Me levanto, porque tengo que lavar las melancolías que se han formado en la universidad. Bajo a alimentarme y a platicar con mi hermana, aquella que se ha alejado. Me da un abrazo y una paleta llena de colores.
Las horas pasan y Óscar tarda en alistarse. Me despido de mi abue, y me da un abrazo, dice al oído que me quiere mucho y que me esperan muchas cosas. El reloj, marca las diez y salimos corriendo; ya en la nave blanca, Óscar hace bromas, pero mis nervios se alteran. Llegamos y corrí por un boleto más, subí por mi toga y birrete y entramos. Después de varios minutos han pasado, el telón se abre y la ceremonia inicia.
Aquella bandera tricolor nos da la bienvenida, y los nombres empiezan a sonar, algunos son de los chicos que su esfuerzo los hizo alcanzar un diploma. Un nombre más suena, es el turno del discurso ganador. Ella agradece a la institución, pero se le hace un nudo en la garganta cuando es el turno de agradecer a los señores y señoras que hicieron posible el sueño, y que gracias a ellos estamos ahí. Al final, cada egresado pasó al escuchar su nombre, las licenciaturas eran varias, los egresados otros tantos y mi carrera era la última en pasar. Entre risas espere a que nos llamarán.
Siete chicas de psicología nos parábamos para esperar a pasar a escuchar nuestro nombre, a recibir un pequeño reconocimiento y a escuchar unas palmas entrelazadas festejando que llegamos al fin. Las palmas de mis padres, se agitaron con fuerza, pues la felicidad los invadía.
GABRIELA GRANADOS BARTOLO. Sonó entre el auditorio y camine para que cada uno de los directivos, me deseará éxito. Uno de ellos, me deseó mucho éxito de corazón. Al bajar las escaleras, mi hermano especial, me estaba esperando, me tomó una foto, y se fue, tenía ganas de abrazarme pero aveces la timidez, suele ganarle.
Un discurso más, continuó, para agradecer a nuestros padres nuevamente, volteamos a ver sus rostros y me conmovió ver a mis padres con una gran sonrisa. Les aplaudí lo más fuerte que pude, y les sonreí agrediéndoles por estar ahí. Además, tomamos el compromiso de ser éticos y comprometidos con nuestra carrera que llegamos a amar con el alma.
La ceremonia terminó, abarce a unas compañeras y fui a abrazar a mis papás. Ellos estaban contentos. Salimos, entregue lo que tenía que entregar y a un paso de llegar al coche, llegó mi único amigo, esa oveja que me ha enseñado a ver la vida con sabiduría. Nos abrazamos y dejamos que nuestras almas se reflejarán en un lente. Nos despedimos con una abrazo y subimos al auto.
Gracias a Gregoria y a Óscar, mis padres, por luchar día con día para que yo pudiera forjar un sueño de sabiduría y conocimiento.
Gracias a Estela, Lucia, Mónica y Óscar Manuel, por estar siempre. Gracias a los amigos que encontré y a los que perdí en la universidad, Gracias a los portadores del supuesto saber por enseñarme a amar a la psique. Gracias a mis verdaderas amigas Karen, Nan y Chuvaca. Gracias al que se fue, porque fue parte de mis enojos, desvelos, sueños. Gracias a los que creyeron en mí.
Y...nuevamente Gracias a mis papás, por su tiempo, dinero, tolerancia, compañia, su amor, su comprensión, sin ellos, yo no sería nada.
Óscar y Gregoria, gracias, Los amo con todo el corazón.
"Nada termina, todo empieza, la vida sigue y la muerte espera"

Las pequeñas ventanas que reflejan mi alma y que me permiten focalizar la realidad del mundo bizarro, han brillado con una singular alegría...
Señoras y Señores....he vuelto.

El final de un sueño se aproxima. Cuatro años de exámenes, lecturas, libros, escritos, regaños, aplausos, felicitaciones, amistades, inamistades, amores, desamores, amigas, ellos, pero sobre todo de conocimiento.
Mayo del 2006, empezó el viaje, a la psique del espacio, con temor pero con sueños en la mano, emprendí el viaje y que buen viaje, bueno, aunque tengo que decir que tuvo sus inconsistencias, pues las cosas a veces no resultan como las planeas. Sí, me deshice de unos cuantos estorbos, me dolió pero era necesario quitarme y quitarlos del camino. La confianza me ganó y recuperé cuatro meses, pues aprendí a que los errores también se alcanzan y de ellos se aprenden.
Aprendí a dejar ciertos vicios, y fui humana, las consecuencias fueron graves, pero no me arrepiento, porque gracias a ello, conocí a una maravillosa oveja, y a una gran chica.
Camine con mucha gente, hombro con hombro recorríamos la alfombra de alegrías, desvelos, sueños, anhelos, pero por las circunstacias de la vida, tenían que dejarnos o dejarlos. Sin embargo, le agradezco al destino que chuvaca haya regresado, pues con ella, la vida es roja, azul y hasta rosa.
Un Ángel apareció al final, y me enseñó que la vida no es fácil, que hay que luchar, perder y ganar batallas, que la vida deja heridas, que la vida es dura, y que la tristeza se queda porque nosotros lo decidimos.
Dos mujercitas que me querían enseñar (y lo lograron) a ver la vida con sabiduría. Una con sonrisa maravillosa, al igual que su rostro, y la otra con un potencial intelectual sin igual. Gracias a ellas las esperanzas no se perdió.
Los supuestos portadores del conocimiento, fueron mis mejores maestros, por ellos el amor por la psique perdura. No son todos los mejores, pero aun así aprendes de los peores.
Abril del 2010, la tinta de la licenciatura deja de escribir, la universitaria deja de soñar, pues es hora de despertar porque el sueño tendrá un final feliz el cual quiere vivir.
Pero no todo acabará ahí, pues tendré que preparar el colchon de estrellas y lunas, para poder emprender otro sueño, pues aun no he muerto, quiero vivir y ser feliz.