UTOPÍAS CON MELANCOLÍA

UN PEQUEÑO LUGAR PARA SUBLIMAR, PROYECTAR Y TRANSFORMAR TODAS AQUELLAS PALABRAS EN SENTIMIENTOS Y EMOCIONES INIMAGINABLES TENIENDO COMO PRINCIPAL COMPLICE AL INCONSCIENTE

Desde la mañana, los hechos se presentaron de una forma distinta. Hoy no sólo se me hizo tarde, ni perdí una clase más. Hoy trate de disfrutar los pocos minutos de sueño que quedaban antes de levantarme y seguir el ritual de todos días. Intente que la ducha fuera rápida y eficiente. Procure que a mi cuerpo no fuera tocado por la pequeña brisa que entra desde la ventana de uno de los cuartos de la casa y trate vestirme apresuradamente. Me quede con lo mínimo para proseguir a arreglarme y pensar en lo que usaría. No tarde mucho, pues el lápiz corrió ágilmente por mis ojos; mi cabello tomo forma sin hacer tanto alboroto como ayer. Al final, me puse el pantalón y el pequeño suéter que sólo me compaña aquellos días de nostalgia. Salí de mi habitación para verme en aquel espejo cómplice de la realidad y decidí buscar la pequeña chalina que alguna vez gane. Sin más preámbulos, baje las escaleras, me vi por última vez al espejo de la irrealidad comprada, me despedí de aquella señora pequeña y dulce (cuando quiere) y cerré la puerta café de la casa.

Tome la ruta habitual. Mis pasos fueron seguros, pensé en llegar a buscar a aquel amigo que se ha vuelto un secuaz de las últimas historias, aquel amigo que comprende lo que pasa por mi cabeza. Durante el trayecto, veía las miradas de la gente que volteaba a ver mis ojos, que hoy parecían ser más claros que otros días, algo tenían ese día.

Llegue y el salón estaba solo, me asome con la idea de ver algún rostro conocido, pero no vi a nadie (a pesar que el pasillo estaba lleno). A lo lejos vi a la chica que hizo que él regresara (de alguna u otra forma él aparece en escena, improvisando un papel sin sentido). No tardaron el resto de las chicas del equipo. platicamos sin llegar a un acuerdo.

La clase inició como cualquier otro día. Ya no había interés. Así que las palabras fluyeron. En un principio no había tema en especial. Yo le hablaba de ayer; ella hablaba de hace un mes. Pero pasó algo que hizo que nos perdiéramos en su tiempo y fue así como miles de palabras formaron historia y lágrimas.
Al terminar la clase, nos despedimos y aparentábamos seguir como otros días, pero no era así, algo más había entre nosotras.

Me dirigí a la oficina que hace unos meses forma parte de mi vida. Ahí encontré a dos mujeres. La mujer más alta es de un corazón cubierto con una armadura, es una mujer fuerte, pero esa fuerza a veces es limitante para cumplir sus sueños. La mujer pequeña es aguerrida, no existe obstáculo para ella, hasta ahora, pero al parecer las pequeñas criaturas que ama, hace que su corazón se vuelva vulnerable. Mientras ellas recordaban sus días de llanto y risas por las muñecas que hicieron felices, por mi parte, mi angustia subía cada vez más, así que decidí no esperar, decidí tomar los días de descanso para COMENZAR a pensar.

La mujer pequeña acepto escucharme. No sabia qué ganaría pero hable sin pudor. Después ella comenzó con los cuestionamientos y mis pensamientos empezaron a girar. Uno tras otro pasaban por mi cabeza tratando de contestar las preguntas. Al termino de la plática, trate que mis ojos no se vieran húmedos y salí corriendo. Bajando las escaleras y casi a punto de llegar al punto de reunión, ella gritó mi nombre; insistía en que él retrasara a mi vida. Sólo escuche y mire como le brillaban sus ojos cuando hablaba de él. No sabía que decirle, pues aun pensaba en lo que la pequeña mujer me cuestionó. Sólo le dije que era un buen chico y me retire.

Camine por los pasillos largos, fríos y vacíos, para llegar al inmenso salón. El trabajo fue tranquilo y sencillo. Salimos temprano.

Regrese a la silla que gira cada vez que los días suelen ser largos. Pasó el tiempo como otros días, termine compartiendo historias con humo, el cual hace conocernos más. dije adiós y corrí hasta la esquina donde me esperaba aquel autobús que me llevaría a la pequeña casa de esa chica. Aquella mujer se ha vuelto sustancial en mi vida, la admiro por ser aguerrida. En ocasiones suele ser impulsiva y mis sentimientos se hacer vulnerables al ver que ella puede tomar rumbos y caminos distintos. sólo sé que es parte de esta aventura llamada vida y espero algún día ella me pueda ver como yo la veo.

Llegando a casa, trate de dormir, pero el estruendo de las cuerdas de aquella guitarra amarilla hicieron que mi animo bajara de tono, fue así que salí a caminar, con el pretexto de fumar, pero lo único que podía pensar era en mi lista que tenía que hacer para saber que es lo que quiero y deseo, no de él, sino de mí...

Con un Cigarro y un "buenas noches" fue como terminó ese día...ese día de emociones y sentimientos encontrados y difusos, ese día que decidí empezar a buscar una herramienta para abrir y arreglar aquello que esta mal dentro de mí...fue ese día que decidí empezar a arreglarme, pero no a su lado

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