UTOPÍAS CON MELANCOLÍA

UN PEQUEÑO LUGAR PARA SUBLIMAR, PROYECTAR Y TRANSFORMAR TODAS AQUELLAS PALABRAS EN SENTIMIENTOS Y EMOCIONES INIMAGINABLES TENIENDO COMO PRINCIPAL COMPLICE AL INCONSCIENTE

La semana se esta alargando y apenas es martes...

Desde la semana pasada, para ser más precisa el jueves en la mañana, me sentí diferente, sentí que mi alma abandonaba mi cuerpo, y no fue que hubiera estado dormida, fue durante la vigilia. Pensé que era por la emoción de lo que sucedería en la tarde.

En la noche, después de pasar una increíble tarde con el chico de los ojos pequeños y de las grandes palabras, llegue a casa; aquella que parecía borrosa, pensé que era a causa de la droga que invadía mi cuerpo, es decir, por el amor, y si era así pero no del todo, volví a reflexionar y deduje que era a causa del efecto de esos tragos de más.

En la mañana siguiente desperté con una gran sensación en mi cuerpo: había descansado.

Llego el fin de semana, por primera vez después de largos meses decidí pasarlos fuera de la ciudad con la familia. En esos días, volvió la sensación de que lo que vivía era parte de un sueño, no le tomé mucha importancia, porque sucedió un desprendimiento en la vida de mi padre. Creo que su lesión va más allá de su decidía y descuido, pienso que es una forma de querer quedarse en un tiempo y no seguir caminando, de no correr rumbo a la vejez, sin embargo, lo está haciendo más rápido. Todo mundo hablaba esos días, no tenía palabra alguna, me quede atónita y volví a sentirme en un mundo irreal. En la noche antes de dormir y mientras fumaba, esperaba que mi padre llegará sin decir nada -como siempre- pero no fue así...

Lunes por la mañana regresa la sensación al estar sentada pensando y conviniéndome de que por algo pasan las cosas, por algo estoy ahí y leyendo algo que me haga recordar que mi trabajo real es estudiar la complejidad de la psique. No quiero quedarme sentada esperando a la nada. En la noche, una lágrima corrió por mis mejillas, aquella gota de agua era de cansancio y de empatía.

Martes por la mañana, pienso que será un buen día, que pronto llegara el viernes e iré al cine, que pronto mi padre volverá y yo tendré que encontrar un trabajo. Empieza a amanecer, el sol me da en la espalda. La tarde llega y me dice que será un poco agotante. La noche me acompaña, trato de reflexionar lo sucedido, pero no recuerdo mucho, todo parece parte de una historia que no es la mía, la tarde parece un recuerdo lejano. Creo que mi inconsciente me juega una broma.

La realidad es esta, pero no logro distinguir la realidad con mi vida onírica.
¿Qúé es real? ¿Qué sucede?

Es tarde e ire a dormir, no quiero soñar esta noche, porque mañana me tocará soñar sin dormir.

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