Sin nombre.
Sin deseos.
Sin un amor.
Creo poder con la soledad que ha tocado mi puerta.
Es momento de dejarla pasar e invitarle una taza de café
Y un cigarrilo si se le apetece.
No lloraremos, sólo recordaremos y reiremos.
No es momento de voltear a mi alrededor para buscar un amor.
Es momento de aprender, porque el cuerpo y el alma me duelen de tantos madrazos.
Amemos las alegrías.
Amemos nuestras vidas.
Amemonos hasta el final...
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